El
crecimiento y desarrollo de China de las últimas décadas ha constituido un
proceso económico Sui Generis. Altas tasas de crecimiento económico, altos
índices de desarrollo, junto con agresivas medidas de apertura al mercado
internacional, inversión extranjera, y desarrollo de los sectores industria y
tecnología fueron la insignia del país desde la apertura económica. Sin
embargo, no ha sido ésta la única clave del significante desarrollo económico
chino.
Políticas públicas flexibles
El éxito económico del gigante de oriente se ha basado principalmente en la elaboración de políticas públicas, sociales y económicas flexibles, que permitan dar respuesta efectiva a la coyuntura económica internacional, pero que a la vez permitan el seguimiento de planes de desarrollo longevos hacia el interior del país.
Un claro ejemplo de la flexibilidad en la elaboración y ejecución de las políticas nacionales es la política del hijo único, instaurada en 1978, previendo los altos índices de crecimiento poblacional, debido en parte a factores culturales y sociales. Esta medida conllevó a aliviar las alarmantes cifras de crecimiento y densidad poblacional para esta época.
Actualmente el panorama ha cambiado en China. El país cuenta con una población de 1.350 millones de habitantes, posicionándose como el país con la más cuantiosa densidad poblacional; sin embargo, la tasa de renovación poblacional óptima que debería ser igual o superior al 2% (crecimiento poblacional), en China, la cifra no supera el 0,46% . Como consecuencia, se ha generado un envejecimiento de la población; la edad media de la totalidad de las personas se aproxima a 36,3 años de edad, mientras el 13, 26% supera los 60 años de edad [censo 2010], esto es 2,39 puntos porcentuales más que lo registrado en el censo del 2000, mientras lo menores de 14 años son tan solo el 16,6% del total, 6,29 puntos porcentuales menos que en el conteo pasado.
Todo lo anterior implica que la población china está experimentando un envejecimiento progresivo a manos de la política pública y que puede traducirse en problemas de escases de mano de obra en edad productiva en el mediano y largo plazo, lo que podría resultar en una crisis industrial para los complejos de producción China. Pese a que el Gobierno ha previsto dentro de sus políticas el pago de altas tasas de contribución tributaria que permiten a ciertos sectores de la población tener más de un hijo dentro de sus núcleos familiares, estas excepciones no afectan de manera considerable las cifras poblacionales.
Sin embargo, ya que existía la necesidad de generar balance poblacional, por lo cual se modificó la política pública; tener un segundo hijo es posible “gracias a que, desde el 2011, el Gobierno chino autorizó a las parejas compuestas por hijos únicos a tener dos bebés. Incluso, pueden llegar a tener una familia con tres hijos si en el segundo embarazo son los afortunados padres de gemelos.”
Esta flexibilidad que ha caracterizado la generación de políticas públicas ha sido un puente para abrir las puertas de China al vertiginoso desarrollo económico, con un promedio de crecimiento del 10,3% anual desde el 2000. Pero también, hay otras variables que hay que poner en consideración.
Modelo de consumo Interno
La población del gigante asiático tiene un trabajo dual en la generación de las vertiginosas cifras de crecimiento económico. Por un lado, como se ha visto ya, constituye el motor fundamental de la maquinaria industrial del país, a causa de su económica mano de obra. Y por otro lado, es el principal foco de consumo de los mismos productos chinos.
Este sistema de consumo interno ha catapultado el desarrollo económico e industrial del país. Lo que se hace gracias a “la creación de un nuevo agro, ya que este sector representa algo menos de dos tercios de la población del país. Esto precisa de medidas y recursos concretos para elevar sus condiciones de vida, esencialmente, en urbanización, salud y educación.”
El incremento en calidad de vida del sector rural les da la capacidad adquisitiva, causando un considerable aumento del consumo interno. Lo cual blinda la economía nacional, sorteando la dependencia hacia las exportaciones. Si bien las ventas externas representan un importante bastión de la economía china y constituyen una parte esencial de destino de la producción nacional, el Gobierno se ha preocupado por el balance del destino de esta producción para consumo interno.
Este posicionamiento de la población como eje de mantenimiento de la economía de consumo, ha generado múltiples efectos en favor del sistema económico chino. En primer lugar, hay un incremento en la tendencia de ahorro en los hogares y una ampliación de la capacidad de consumo y endeudamiento. Luego, las pequeñas y medianas industrias encuentran grandes oportunidades económicas gracias a la favorabilidad de la demanda de mercado interior, impulsando los procesos de producción industrial, con un crecimiento promedio del 7,9% anual. Finalmente, se impulsa de esta manera la inversión extranjera que encuentra cabida a las crecientes demandas internas de bienes y servicios.
Diversificación de
mercados
Otro elemento que ha sonsacado la economía China del letargo aislacionista, resultado de los procesos políticos y económicos de corte comunistas, ha sido la diversificación de mercados en el mundo. Las potencias económicas de las décadas pasadas, entiéndase Europa occidental y EE UU, constituían el panorama general para exportaciones e importaciones. Sin embargo, la potencialidad económica de los países occidentales ha ido mermándose, especialmente, desde la crisis económica del 2008 surgida en EE UU; el mismo caso de los países de la zona euro, que se han visto envueltos en grandes aprietos económicos.
China encuentra en esta coyuntura la oportunidad de estrechar lazos comerciales con potencias económicas emergentes. De esta manera, empiezan fuertes intercambios comerciales con zonas económicas de Medio oriente, Rusia y, de manera especial en la última década, Latinoamérica. “Mientras en el 2000, el comercio entre China y Latinoamérica llegó a alcanzar USD12.000 millones estadounidenses, hacia el 2009, había crecido hasta cerca de USD118.000 millones. Lo anterior, demuestra la tendencia de cooperación económica Sur-Sur que se está proyectando entre las regiones y, a causa de la potencialidad económica de esta unión, se prevén grandes proyectos comunes, que impulsarán los ya promisorios futuros de China y Latinoamérica.
Fuente:
Camargo, D. (s.
f.). LegisComex. Sistema de Inteligencia Comercial. LegisComix.
Recuperado 17 de mayo de 2021, de https://www.legiscomex.com/Documentos/modelos-economicos-desarrollo-en-china-duvan-camargo-actualizacion
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